viernes, 25 de octubre de 2013

La fotografía siempre tendrá futuro porque es comunicación

Leibovitz cree que la fotografía siempre tendrá futuro porque es comunicación
Se ha subido al escenario del Teatro Campoamor de Oviedo diez años después de que lo hiciera su pareja, fallecida en 2004, Susan Sontag


Oviedo. (Efe).- La estadounidense Annie Leibovitz, Premio Príncipe de Comunicación y Humanidades 2013, ha avalado hoy viernes el futuro de la fotografía en un mundo cambiante y lleno de novedades tecnológicas porque es "comunicación y permite el intercambio de experiencias".

Leibovitz se ha subido hoy al escenario del Teatro Campoamor de Oviedo diez años después de que lo hiciera su pareja, fallecida en 2004, Susan Sontag, galardonada entonces con el Premio de las Letras.

A ella ha dedicado las primeras palabras de su discurso, al señalar que en el momento de recibir este galardón en la capital asturiana no podía dejar de pensar en una premiada anterior que significó mucho para ella, la autora estadounidense a la que fotografió hasta los últimos días de su vida.

"Me siento muy orgullosa por estar aquí y mi orgullo es aún mayor al representar al medio de la fotografía", ha añadido Leibovitz en presencia de los príncipes de Asturias y de las más de 1.600 personas que asisten a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias en el teatro Campoamor.

Leibovitz, que lleva 45 años dedicándose profesionalmente a la fotografía, ha asegurado que este arte representa para ella "la vida misma" porque con una cámara se puede mostrar lo que fascina o se ama y aprecia, las dificultades y desdichas que traicionan a los seres humanos o los momentos fugaces.

"Una fotografía posibilita que recordemos, por ejemplo, esa estampa increíble que nos fascina cuando la vemos y que luego desaparece de nuestra visión", ha señalado esta reconocida fotógrafa antes de advertir de que esta disciplina "siempre ha tenido ese increíble poder para detener y retener el presente, antes de que desaparezca en el pasado".

Ha cuestionado a quienes dicen que la fotografía no es una actividad seria o no es arte, o a quienes dicen que ha muerto en el tiempo de los teléfonos móviles con cámara, internet y la televisión porque no tienen en cuenta que la fotografía "se inventó precisamente para que cualquier persona pudiera crear una imagen".

"El poder de la fotografía es el poder de compartir nuestras experiencias con otras personas, al margen de las diferencias temporales, geográficas, de educación y de creencias", ha señalado esta comunicadora que ha reconocido que para ella, desde su faceta de reportera o de retratista, "la fotografía siempre ha sido lo primero para ella", porque es lo que ama.

Por último, ha asegurado que el premio que ha recogido hoy refleja la convicción de que la fotografía tiene un poder increíble" y que, a pesar de que está cambiando, "la imagen es cada vez más relevante y tiene más fuerza que nunca".

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lunes, 21 de octubre de 2013

Muy sencillito, pero para taller de escritura...

Personajes. Textos descriptivos y narrativos

Borja Díaz 
@BorjaDSP 
Nivel: Secundaria 
Tipología: Descripción + narrativa 

Lanzo esta propuesta que yo mismo voy a poner en práctica por primera vez este curso. En otros cursos he hecho cosas parecidas aunque de una manera más casual y menos planificada. Mi idea es que sea un proyecto que abarque todo el curso, pero como veréis es adaptable en su longitud. Una de las cosas más importantes a la hora de escribir de manera creativa, es crear a los personajes. Es habitual intentar crear a partir de sucesos y que los personajes salgan de ellos. Sin embargo, lo lógico es que sea un personaje que ya está formado en nuestra cabeza quien se enfrente a esos hechos que les presentamos. Muchos escritores comentan que una vez han creado el personaje, tiene vida propia y toma sus decisiones. A grandes trazos esta es la tarea de nuestros alumnos: crear un personaje complejo y enfrentarlo a situaciones que no hemos decidido nosotros mismos para que él mismo reaccione. Con este proyecto vamos a trabajar, por un lado, una técnica de escritura creativa y, por otro, un elemento fundamental de inteligencia emocional como es la empatía.

Primera etapa (entre 1 y 3 sesiones). Texto descriptivo. 

Vamos a empezar creando nuestro personaje a partir de una descripción física (prosopografía). Y os digo el porqué: Aunque en algunas actividades similares (en teatro, por ejemplo) se suele empezar por el lado psicológico, creo que la descripción física está más conectado con lo visual y lo visual, en nuestros alumnos, con la imaginación y la creatividad. Esta descripción física puede y quizás hasta debe ir acompañado de uno o varios dibujos en papel o formato digital. A todo el mundo le encanta dibujar, por muy mal que lo haga, y en cuanto empieza, la imaginación se dispara.

Esta descripción física nos debe llevar a la descripción psicológica (etopeya). Aquí mi intención es mostrarles que una etopeya puede llevarse a distintos niveles. Por un lado están los rasgos más evidentes (simpatía, expresividad, etc.) y por otro, los rasgos más profundos de la personalidad de su personaje. Aquellos que solo conocería alguien que conoce bien a ese personaje. Porque estos rasgos nos van a servir para dar unas pinceladas de su pasado; momentos clave que han marcado la personalidad de nuestra creación.

Segunda etapa (al gusto: entre 1 y 100 sesiones). Textos narrativos. 

Aquí os abro dos vías. Nuestro personaje se enfrenta a situaciones planteadas caprichosamente por nuestro compañeros. Con dos opciones:
 - O bien le entregamos el personaje a nuestro compañero que debe hacerle protagonista de una situación que se le ocurra.
- O bien el compañero da esa situación (podemos decir que nos propone el nudo de una historia) y el creador del personaje tiene que resolverla.
  • La que yo voy a aplicar. El personaje de cada uno nos va a acompañar durante todo el curso y va a recorrer la historia de la literatura que veamos en clase. En ciertos puntos del temario cada alumno deberá meter a su personaje dentro de una obra clave. ¿Qué surgiría de un encuentro entre Alonso Quijano y tu personaje? ¿Y si llega a Macondo? ¿Un amo más para el Lazarillo de Tormes? ¿Vivo o muerto en Comala? ¿Podría entrar al servicio de Calisto?   
  •  Con la presentación del personaje y sus vivencias a lo largo de la historia de la literatura, se hará un portfolio o quizás un ebook que, bien ilustrado, pueden conservar.   Según vaya avanzando el curso, iré actualizando la entrada con los resultados obtenidos.

jueves, 10 de octubre de 2013

Sobre el doblaje, la traducción

¿Habla usted mi idioma?

Los doblajes ponen en la boca de los actores algunas frases que no se usan en el mundo real

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Algunas cosas solo suceden en el cine. Por ejemplo, mantener una agradable conversación telefónica y colgar sin decir “hasta luego”. O ir a un gran edificio en coche y aparcar justo a la puerta. O que todos los teléfonos empiecen con 555.
Los traductores del cinematógrafo han desarrollado también un séptimo arte de hablar. Así, escuchamos con frecuencia a los actores algunas frases que casi nunca oímos en nuestra vida cotidiana.
Cuando alguien no está de acuerdo con algo, suele decir a este lado de la pantalla: “No estoy de acuerdo”. O “no lo veo, chico”. O “ni de coña, maja”. O “ni hablar”. En cambio, si actuase ante una cámara diría: “No creo que sea una buena idea”.
Sabemos que los doblajes obligan a resolver un sudoku en el que juegan el movimiento de los labios y lo que se decía en la lengua original. Pero da la sensación de que algunos guionistas han tomado carrerilla y aplican esas extrañas fórmulas incluso a las obras rodadas en español.
Así, oímos a menudo en el cine: “¡Que te den!”. ¿Que le den qué? En el español de España se aprecia que falta algo. Además de lo que usted ha pensado, podría completarse así: “Que te den morcilla”.
En muchas películas, alguien cae rodando por las escaleras —propinándose un golpe en cada peldaño— y le pregunta quien le espera abajo para recogerlo amorosamente y reconfortarlo: “¿Te encuentras bien?”. Y el espectador tendrá ganas entonces de pensar: “Coño, ¿no ves que se ha caído por las escaleras?, ¿cómo se va a encontrar?”. Claro, porque el espectador, si estuviera al pie de la escalinata de mármol por la que se ha derramado el torpe protagonista, preguntaría en ese caso: “¿Te has roto algo?”; pues ha quedado claro que bien del todo no puede encontrarse.
Hay que entender todo eso, no es fácil traducir un diálogo con el metrónomo del movimiento bucal
Por el contrario, alguien se merece una felicitación por ese hallazgo tan exclusivamente cinematográfico que se pronuncia cada vez que se encuentran dos personajes en una selva, o similar: “¿Habla usted mi lengua?”. Merece elogio, digo, porque la fórmula sirve para cualquier idioma original en que se haya rodado la película y para cualquier lengua a la que se traduzca; pero si el otro no habla su idioma, ¿cómo va a entenderle la pregunta? Usted dígale “buenos días” y ya le contestará “buenos días tenga usted” si es que ha entendido su lengua. Si no la entiende, la misma cara le va a poner que si preguntara “¿habla usted mi lengua?”; y si la entiende se ahorrarán preámbulos y entrarán ya en materia después del saludo inicial.
En la vida real, alguna gente no sabe cómo decir que no. Debieran ir más al cine. Si alguien le propone a un amigo que cruce la montaña para encontrarse con su primo, pongamos por caso, puede recibir esta respuesta: “Cruzar la montaña no es una opción”. O sea, el actor dice de esa guisa lo que a este lado de la pantalla expresaríamos de otro modo: “No se puede cruzar la montaña”, tal vez porque alberga peligros insondables o porque sencillamente no se puede cruzar la montaña.
Si se hubiera rodado una película sobre el torero Rafael El Gallo, su famosa frase “lo que no puede ser no puede ser, y además es imposible” la habrían formulado de otra manera: “Lo que no puede ser no puede ser, y además no es una opción”.
En algunas películas, lo que a este lado de la pantalla llamamos “funeral” se denomina “servicio religioso” (aunque no quede muy claro qué servicio recibe el muerto); y si alguien obtiene un éxito no gritará “¡bien, bien!”, o “¡qué suerte!”, o “¡de puta madre!”, sino “síiii, síiii, síiii”. Y si va a suceder una catástrofe, quien se da cuenta de lo que se avecina gritará horrorizado: “¡Ooooh, Dios mío!”. Y el que esté a su lado agregará: “¡Maldita sea, maldita sea!”.
Hay que entender todo eso, porque no debe de resultar fácil traducir un diálogo con el metrónomo del movimiento bucal.
Siempre será mejor la versión original subtitulada, claro; pero solo si tenemos la suerte de no encontrarnos muchas faltas de ortografía en sus textos. Porque, ¡ooooh, Dios mío!, a veces parece que en los subtítulos tampoco hablasen nuestra lengua.

domingo, 6 de octubre de 2013

Conectores textuales en textos argumentativos

http://literaturaylengua.com/2010/02/03/conectores-textuales-en-un-texto-argumentativo/

Espanglish (I)

La Prensa Gráfica, El Salvador, 
http://www.laprensagrafica.com/2013/10/03/espanglish-i

En nuestros días el idioma inglés, principalmente el de Estados Unidos, se filtra en nuestra vida por muchos flancos: las nuevas tecnologías, la publicidad, la investigación científica, los viajes, la industria del entretenimiento, las migraciones... No pocos consideran que el uso de expresiones del inglés en el habla cotidiana muestra los “complejos de inferioridad”, “ignorancia” o “falta de identidad” de nuestras sociedades.

Periódicamente la Fundación del Español Urgente (Fundéu) difunde adaptaciones al español de expresiones como clúster, bróker, tuitear y resetear, bloguear, provenientes del inglés. “Ninguna lengua dura tanto tiempo sin cambios”, sentencia Antonio Alatorre, un experto en la historia del idioma español, autor del ameno y erudito libro “Los 1001 años de la lengua española” (cuarta reimpresión, 2010) del cual me he beneficiado para escribir este texto.

El latín, reconocido como la lengua madre de nuestro idioma, fue apenas una de las muchas ramificaciones de la lengua indoeuropea, originada en el extremo oriental de la península de Anatolia. Fue en esa zona donde se produjo una de las revoluciones culturales más importantes de la humanidad: la agricultura. Los excedentes de producción de los anatolios no solo se tradujeron en riqueza y expansión geográfica.

Explica Alatorre que a medida que adoptaban la agricultura “iban aprendiendo a decir cómo se decía ‘sembrar’, ‘uncir los bueyes’, de la misma forma en que en nuestros días, al adoptar el “fax”, añadimos a nuestro vocabulario español la palabra fax. La evolución de las lenguas no se puede entender bien sin la comprensión de la historia política en que se desenvuelven. Las invasiones visigodas de la península ibérica introdujeron en el vocabulario corriente la palabra ‘guerra’ y una serie de conceptos asociados a la codicia de territorios y riqueza, como ‘robar’, ‘botín’, ‘devastar´, ‘esgrimir’, ‘blandir’... Para la mayoría de estos conceptos, comenzando por el de guerra, existían palabras equivalentes en latín (lengua impuesta, a su vez, por las anteriores invasiones romanas). Obviamente los usos bélicos de los invasores penetraron muy hondo en la sensibilidad de los sojuzgados, haciéndoles adoptar esas expresiones.

Siglos más adelante las invasiones árabes (los “moros”) introdujeron al dialecto castellano al menos 4 mil arabismos en áreas como la decoración, la jardinería, la horticultura y las obras de riego, que se corresponden a objetos o conceptos para los que no había en español palabras para designarlos. Los árabes, extraordinarios horticultores, expertos en equitación y tejedores, no solo enseñaron sus destrezas a los hispanos, sino también su manera de nombrar aquellos procesos y herramientas. ‘Añil’, ‘fanega’, ‘aceituna’, ‘almíbar’, ‘alfajor’ y ‘algoritmo’ son voces árabes. La noción misma de ‘cero’ se debe a los “moros”, quienes obligaron a que toda Europa abandonara la rústica numeración romana.

Las intrusiones del inglés en el lenguaje que usamos en nuestra vida cotidiana pueden mover a la burla, a unos, y a otros, a la indignación. La nuestra no es una lengua moribunda. Es la segunda más hablada en Estados Unidos. De lo que no cabe duda es de que estamos asistiendo a otro proceso de transformación del español. El espanglish es solo uno de los retoños de esos cambios. Volveré sobre el tema en quince días.

(Lea más: http://talpajocote.blogspot.com/)