Ricardo Piglia (2010): Blanco nocturno, Barcelona: Anagrama
(págs
129-130)
- Hubiese querido advertirle a Tony de que no viniera por
acá- dijo Bravo. Usa el pluscuamperfecto
de subjuntivo, pensó Renzi, tan cansado que se le aparecían este tipo de
ideas típicas de la época en que estaba en la Facultad y se ponía analizar las
formas gramaticales y la conjugación de los verbos. A veces no entendía bien lo
que le estaban diciendo porque se entretenía analizando la estructura
sintàctica como si fuera un filólogo enardecido por los usos tergiversados del
lenguaje. Ahora le sucedía cada vez menos, pero cuando estaba con una mujer , y
le gustaba el modo que tenía de hablar, se la llevaba a la cama por el
entusiasmo que le provocaba verla usar el pretérito perfecto de indicativo,
como si la presencia del pasado en el presente justificara cualquier pasión.
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