VARIANTES HISPAONAMERICANAS:
Ricardo PIGLIA (2010): Blanco nocturno, Barcelona:Anagrama
(pág 43)
La tarde del domingo era fresca y se veía a los paisanos que
iban llegando de las chacras y las estancias de todo el partido y se instalaban
en los bordes, contra el alambrado que dividía la pista de las casas. Habían
tendido unas tablas sobre unos caballetes y vendían empanadas y servían ginebra
y vino de uva chinche que se sube a la cabeza sólo con verlo. Ya habían
prendido el fuego para el asado y se veía la fila de costillares clavados en la
cruz y las achuras extendidas sobre una lona en el pasto. Había clima de fiesta
y un rumor nervioso, electrizado, clásico en los preparativos de una carrera
muy esperada. No se veían mujeres por ningún lado, sólo varones de todas las
edades, chicos y viejos y hombres maduros y jóvenes, vestidos de domingo; con
camisa bordada y chaleco de fantasía los peones; con campera de gamuza y
pañuelo al cuello los estancieros; con jeans y pulóveres atados a la cintura
los jóvenes del pueblo.
(págs 112-113)
Después de lidiar con la telefonista de larga distancia,
Renzi se pudo comunicar al fina con la redacción en Buenos Aires.
- Qué hacés, junior, soy Emilio, dame con Luna. Estoy aquí,
un pueblo de mierda, ¿qué tal por ahí?¿Alguna mina preguntó por mí?¿Algún
suicidio nuevo en la redacción?
- ¿Recién llegaste?
- Te iba llamara la
bar, pero no sabés lo que es hablar por teléfono desde las provincias...Pero
dame con Luna.
Después de una pauso y de una serie de crujidos y ruidos del
viento contra el tejido de un gallinero, apareció la voz pesada del viejo Luna,
el director del diario.
- Dale, pibe, mirá que estamos adelantados al resto. Salió
algo en el Canal 7, pero podemos ganarle de mano a todo el mundo.
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